La película basada en hechos reales cuenta una poderosa historia con todo y un sociópata en ciernes que se disfraza de salvador e institución norteamericana, pero la cinta no está a la altura de la historia que intenta trasladar a la pantalla por lo que todo queda en un desdibujado intento donde la que saca la casta es Emilia Clarke como la dependiente, obsesiva, enamoradiza, demandante y falta de autoestima Susan que no es otra cosa que la víctima principal de la ambición de un hombre que puede pasar por lo que sea con tal de lograr su meta.
A un olvidado pueblito en la montaña de los Apalaches en Kentucky es enviado el nuevo agente del FBI Mark (Jack Huston) que sueña con salir pronto de ese lugar y aspirar a ascensos, para esto usa a Susan como informante de los narcotraficantes del lugar y de todos los delitos que acontezcan por ahí, incluso la defiende de su maltratador marido (Jhonny Knoxville) y comienza un tórrido romance con la chica a pesar de estar recién casado.
Susan ve esto como una oportunidad de escapar del lugar y ser feliz, dejar de ser parte de la tan mentada "white trash" y tener una vida de ensueño, aunque todos sabemos que Mark solo la usa y esto solo puede terminar mal, ademas la historia sirve como metáfora de como los citadinos se aprovechan de los pueblerinos con más necesidades y limitaciones, como apunte la historia real en que se basa es interesante pero la cinta nunca termina de despegar, las situaciones se ciclan demasiado, y hay un exceso de escenas sexuales y desnudos que no aportan nada (apuntó que no me estoy quejando de ver a Clarke como Dios la trajo al mundo), de hecho es lo mejor de la cinta, pero viendo su fuerte final uno esperaría que fuera preparado por algo mejor, eso sí, Clarke se entrega totalmente al papel y solo por eso merece la revisión.
Calificación: Competente