El regreso de Fincher a la pantalla grande, mejor dicho a los largometrajes, es una decepción total por mas que el tipo sea aplaudido aquí y por allá, en parte porque la productora netflix ha desembolsado una cantidad ridícula en su publicidad, en parte porque los pretenciosos "críticos" de cine la alaban sin ton ni son en amparo de sus cheques y el creerse superiores al cinéfilo promedio, y finalmente porque la gente de a pie no se anima a decir lo que en realidad piensa de la cinta, no vaya a ser que los tachen de ignorantes o tontos, pero la verdad sea dicha, esta película no es mas que un capricho autoral de Fincher que a su vez parece solo hacer como homenaje a su padre fallecido quien escribió el guion, y dicho sea de paso, meter en la conversacion de nueva cuenta que el megalomaníaco de Orson Welles no es el autor real de esa obra maestra "El Ciudadano Kane" sino el protagonista de esta cinta, el caprichoso Herman J. Mankiewicz (Gary Oldman) también conocido como Mank.
La cinta trata sobre los sesenta días que paso recluido en una casa de campo el guionista escribiendo el guion de "El Ciudadano Kane" al ser contratado por Welles (Tom Burke robándose la cinta en cada segundo que aparece), ayudado por su asistente (Lily Collins en un personaje sin sentido), fumando y tomando como loco al tiempo que recuerda diversos sucesos de su vida, estos flashbacks no aportan nada y crean hilos narrativos que mueren antes de crecer o siquiera plantearse, también se aprovechan para que aparezcan famosos clásicos de Hollywood que Fincher solo usa como extras sin sentido, y la historia mas que tratarse de la creación de ese guion va sobre la lucha de poder de Mank con los poderosos dueños de la MGM y sus creencias socialistas.
La única persona que se salva de la quema, ademas de Burke, es Amanda Seyfried que si transmite ese aire trágico de actriz fallida bajo la sombra del todopoderoso William Randolph Hearts (Charles Dance), lastima que lo que se cuenta nunca este a la altura de su interpretación, todos los demás, incluyendo a Oldman, son meras caricaturas donde algunos salen menos raspados que otros, y en cuanto a lo técnico, no puedo negar que el blanco y negro esta bien usado, que las transiciones se adecuan a la época, que el sonido nos remite a esos años, pero se usan técnicas solo por usarse en cuanto a tomas, y Fincher parece tan obsesionado por demostrar que puede usarlas todas que hace mal uso de las mismas, ademas ¿de que sirve que nos muestre que sabe o puede hacer cine como antes? al final no trasmite nada ni cuenta nada que importe, es cine sin alma y ese es el peor cine.
Calificación: Churrazo