Enfrascada por el movimiento metoo la cinta no se estreno debidamente hasta mucho tiempo despues, esta engañosa segunda parte de aquella lejana "Super Size Me" o "Súper Engórdame" que volvería famoso al polémico director Morgan Spurlock no ha llegado a destiempo por mas que asi pareciera, en primera porque como apunte no es una segunda parte propiamente dicho, o por lo menos no como se entienden las segundas partes, eso si podría formar la segunda parte de una trilogía contra la comida rápida por parte del director y guionista, muchos años despues de aquel enfrentamiento que dejo mal parado a McDonalds las cosas han cambiado bastante, las empresas son socialmente responsables, venden productos "frescos", los logotipos natural y humanitario aparecen en todos lados, las fotografías de granjas y animales en su entorno adornan restaurantes que se han pintado de verde y usan mucha madera, usan recipientes biodegradables y amigables con el ambiente, es decir han cambiado completamente para mejor, o por lo menos eso parece pero cuando el director escarba un poquito descubre el mismo cochinero, si no es que mas, del que había antes.
Todo comienza cuando una empresa de mercadotecnia, uno de los mas dañinos inventos de la humanidad, le manda un correo a Morgan tratando de convencerlo de ser un vocero de ellos, o mínimo como un reto, el polémico Spurlock decide ver que se traen entre manos y para ello decide que no tiene caso repetir el mismo experimento, una sabia decisión ya que no tendría caso ver lo mismo y en una persona ya envejeciendo, en lugar de ello decide entrar en su juego y demostrar que se puede poner un restaurante de comida rápida que si sea saludable y que no mienta, como se dará cuenta cumplir esto es imposible, bueno por lo menos una de ellas ya que el director cumple a cabalidad con la otra en una vuelta de tuerca que uno termina agradeciendo por el riesgo y lo cínico del asunto, de nuevo tenemos dos vertientes, por un lado Spurlock tratando de armar su restaurante, visitando asesorías, contratando empresas de mercadotecnia y que le hagan su producto, pidiendo consejos, y finalmente comprando pollos que el mismo cría en una granja rentada.
Y es que no existe mejor estrategia en esta epoca de corrección política y saludable que comer algo que te consta es sano y criado naturalmente, pero para sorpresa de todos descubrimos que una sola empresa maneja todo el mercado, que se aprovechan de los granjeros, que juegan sucio con la ayuda de gobierno, y que los pollos son todo menos lo que sus etiquetas dicen, tanto así que el director consiguió todas estas en una sola llamada y ademas con la sola prueba de su palabra, y por el otro lado tenemos la investigación que nos regala datos muy curiosos que van desde la apropiación de los lemas de los activistas por las corporaciones, el que todos los gringos prefieran el pollo frito o "crujiente" como prefieren llamarle a comerlo al grill, y ese uso mercadotécnico de todas las cadenas usando palabras, imágenes y eslogan que mienten cinicamente mientras ofrecen la misma porquería de comida.
El remate final con ese franco, mejor dicho cínico, "Holy Chicken" funciona, y les dice a las personas que todos son iguales por mas que lo disfracen pero creo que lo mas valioso de la cinta, ademas del humor gamberro y negro del director, es poner sobre la luz el hecho de que una sola corporación todopoderosa formada por cinco empresas que son una sola controlan todo y el encabronante sistema que manejan, ellos mandan los pollos y la comida, ellos ponen el precio, y ellos mantienen endeudados a unos granjeros desesperados, formidable la parte en que un rudo vaquero suelta llorando que no le desea su vida a nadie, en una relación entre gobierno, empresa y bancos tan estrecha que si compartieran cama individual cabria una persona mas de un lado, el gobierno metido mandando cartas que "informan" que nadie ayude al director a poner el negocio, y un banco que no solo niega un préstamo sino que avisa que solicito en un acto completamente ilegal, nos resulta obvio que todos obtienen tajada y que esto no cambiara porque el consumidor promedio no puede dejar de comer lo que le ofrecen y menos aun puede preocuparse por algo que no le concierne, entre infinitas comillas.
Calificación: Muy Bien