Unos soldados británicos estan en Francia queriendo sobrevivir, comiendo lo que encuentran en las casas abandonadas pero siempre en la mira de los alemanes que los han empujado a las playas del titulo donde mas de trescientos mil soldados estan esperando una salvación mientras son mas acorralados y los franceses se han convertido en la ultima muralla ante su inminente muerte, de pronto son atacados y huyen por su vida, solo sobrevive el joven Tommy (Fionn Whitehead) que llega a la playa para encontrarse con un soldado (Aneurin Barnard) de poquísimas palabras y junto a el intentar sobrevivir a como de lugar. Desde el inicio el director Christopher Nolan nos deja claro su visión, aquí no hay un grupo de héroes, todos pueden caer o morir en cualquier momento ya que la muerte no sabe de momentos, de heroísmos, de justicia, es sorpresiva e imparcial, es decir Nolan ha construido su relato a partir de la ambigüedad de la guerra pero siempre apelando a un momento doloroso pero patriótico de su historia, donde se preocupa mas por mostrarnos las miserias y virtudes de los seres humanos que por llevar una trama intrincada.
Ademas Nolan es lo suficientemente virtuoso para siempre tenernos interesados o mejor dicho totalmente emocionados, contando la historia en tres lineas temporales que se superponen, sucediendo al mismo tiempo pero abarcando diferentes espectros de tiempo, y lo mejor, que al final resultan converger en un clímax ¿o quizá varios? genuinamente emocionantes, por un lado los mencionados soldados rasos que hacen hasta lo indecible para sobrevivir en el lapso de una semana, la lucha de un día de un padre (Mark Rylance, impecable) y su hijo (Tom Glyn-Carney) por tratar de salvar a la mayor cantidad de soldados varados y la batalla de una hora que viven tres aviadores en apoyo de las tropas y los barcos que han zarpado por parte de los civiles con la misión de ir por los soldados apostados en Dunkerque como lo señala la historia.
No hay nadie que no halague los logros técnicos de la cinta, las tomas que nos recuerdan esas majestuosas cintas heroicas de antaño, la hermosa fotografia, la banda sonora del habitual de Nolan, Hans Zimmer, que nos emociona y logra que siempre estemos expectantes, logrando una perfecta amalgama con lo que vemos en pantalla casi como si la partitura se hubiera hecho antes y el montaje a favor de esta, el sonido que te envuelve de tal manera que uno termina pensando que esta ahi, a un lado de los protagonistas. Por otro lado el mencionado montaje de las historias es un logro mas, una fenomenal manera de entrelazar todo ya que a pesar de que son diferentes miradas se cuenta la misma historia en general, y es que es innegable que es un logro contarlo asi, suceden en diferente tiempo pero los espectadores comenzamos a verlos de la misma manera, siempre tenemos las tres historias en pantalla (incluso algunas mas que nacen de ellas), casi con el mismo tiempo y superponiendose en pantalla por lo que armamos un rompecabezas que cuando esta terminado funciona y nos maravilla con todo y que lo esperamos.
Sumado a lo técnico y al juego de tiempos de Nolan con esa edición bestial de Lee Smith tenemos quizá lo mas interesante y que para extrañeza mía sea lo mas criticado por el respetable, la historia, porque lo técnico se queda ahí, amplia el valor, el juego de montaje, las hermosas tomas elevan la cinta, pero la historia es el alma de la misma y en lo personal me parece muy valiosa, por un lado los mencionados chicos al que se suma un tercero (Harry Styles tan detestable como en la vida real) y que intentan sobrevivir a como de lugar, ya sea metiéndose en un barco de heridos, colándose en uno mas, esperando que suba la marea en otro mas abandonado pero siempre volviendo a la playa como una pesadilla que se repite sin final. El barco civil que un dolido padre no le da a la marina porque desea hacer algo junto a su hijo y a un chico gris (Barry Keoghan) al que la muerte le aparece sin razón y finalmente los tres aviadores que intentan hacer lo que pueden por mas que parezca que solo les quede caer uno a uno.
Y es que lo interesante aquí es como Nolan aprovecha para hacer un muestrario de la naturaleza humana, a el no le interesa mostrar una historia heroica, o patriótica (aunque tampoco renuncia a ello) sino como los humanos nos comportamos ante la guerra, y por ello hay de todo, desde los chicos que intentan salvarse haciendo las cosas mas mezquinas y que no dudan en mandar a morir a alguien si significa la salvación para ellos, el padre dolido que no se detendrá ante su deber por mas que un traumado soldado (Cillian Murphy) haga hasta lo imposible por detenerle, el piloto hawksiano (Tom Hardy, bien) que hace su trabajo profesionalmente y justo por ello salva mas vidas que nadie, y el comandante Bolton (Kenneth Branagh) que heroicamente soporta lo que le manden, sea la falta de apoyo, los ataques de los nazis, la espalda de Churchill y al final no deja atras a los aliados olvidados por el Reino Unido, sumemosle al impecable reparto coral a Jack Lowden y James D'Arcy y algunos momentos que van desde el asco (mandar a morir al franchute) a la admiración (ese piloto volando sin medidor de combustible), quiza solo ensucia un poco ese discurso final pero es entendible, los ingleses solo pueden tomar como victoria la supervivencia ya que salieron corriendo con la cola entre las patas ante los invencibles alemanes, a los que nunca vemos el rostro ni se muestran como villanos, otro acierto del director ya que la maldad esta en todos lados al igual que la bondad, y si se preguntan si esta vez no hay personajes obsesionados, al contrario, todos tienen su propia meta obsesión, un rasgo típico del virtuoso Nolan.
Calificación: Excelente
Ademas Nolan es lo suficientemente virtuoso para siempre tenernos interesados o mejor dicho totalmente emocionados, contando la historia en tres lineas temporales que se superponen, sucediendo al mismo tiempo pero abarcando diferentes espectros de tiempo, y lo mejor, que al final resultan converger en un clímax ¿o quizá varios? genuinamente emocionantes, por un lado los mencionados soldados rasos que hacen hasta lo indecible para sobrevivir en el lapso de una semana, la lucha de un día de un padre (Mark Rylance, impecable) y su hijo (Tom Glyn-Carney) por tratar de salvar a la mayor cantidad de soldados varados y la batalla de una hora que viven tres aviadores en apoyo de las tropas y los barcos que han zarpado por parte de los civiles con la misión de ir por los soldados apostados en Dunkerque como lo señala la historia.
No hay nadie que no halague los logros técnicos de la cinta, las tomas que nos recuerdan esas majestuosas cintas heroicas de antaño, la hermosa fotografia, la banda sonora del habitual de Nolan, Hans Zimmer, que nos emociona y logra que siempre estemos expectantes, logrando una perfecta amalgama con lo que vemos en pantalla casi como si la partitura se hubiera hecho antes y el montaje a favor de esta, el sonido que te envuelve de tal manera que uno termina pensando que esta ahi, a un lado de los protagonistas. Por otro lado el mencionado montaje de las historias es un logro mas, una fenomenal manera de entrelazar todo ya que a pesar de que son diferentes miradas se cuenta la misma historia en general, y es que es innegable que es un logro contarlo asi, suceden en diferente tiempo pero los espectadores comenzamos a verlos de la misma manera, siempre tenemos las tres historias en pantalla (incluso algunas mas que nacen de ellas), casi con el mismo tiempo y superponiendose en pantalla por lo que armamos un rompecabezas que cuando esta terminado funciona y nos maravilla con todo y que lo esperamos.
Sumado a lo técnico y al juego de tiempos de Nolan con esa edición bestial de Lee Smith tenemos quizá lo mas interesante y que para extrañeza mía sea lo mas criticado por el respetable, la historia, porque lo técnico se queda ahí, amplia el valor, el juego de montaje, las hermosas tomas elevan la cinta, pero la historia es el alma de la misma y en lo personal me parece muy valiosa, por un lado los mencionados chicos al que se suma un tercero (Harry Styles tan detestable como en la vida real) y que intentan sobrevivir a como de lugar, ya sea metiéndose en un barco de heridos, colándose en uno mas, esperando que suba la marea en otro mas abandonado pero siempre volviendo a la playa como una pesadilla que se repite sin final. El barco civil que un dolido padre no le da a la marina porque desea hacer algo junto a su hijo y a un chico gris (Barry Keoghan) al que la muerte le aparece sin razón y finalmente los tres aviadores que intentan hacer lo que pueden por mas que parezca que solo les quede caer uno a uno.
Y es que lo interesante aquí es como Nolan aprovecha para hacer un muestrario de la naturaleza humana, a el no le interesa mostrar una historia heroica, o patriótica (aunque tampoco renuncia a ello) sino como los humanos nos comportamos ante la guerra, y por ello hay de todo, desde los chicos que intentan salvarse haciendo las cosas mas mezquinas y que no dudan en mandar a morir a alguien si significa la salvación para ellos, el padre dolido que no se detendrá ante su deber por mas que un traumado soldado (Cillian Murphy) haga hasta lo imposible por detenerle, el piloto hawksiano (Tom Hardy, bien) que hace su trabajo profesionalmente y justo por ello salva mas vidas que nadie, y el comandante Bolton (Kenneth Branagh) que heroicamente soporta lo que le manden, sea la falta de apoyo, los ataques de los nazis, la espalda de Churchill y al final no deja atras a los aliados olvidados por el Reino Unido, sumemosle al impecable reparto coral a Jack Lowden y James D'Arcy y algunos momentos que van desde el asco (mandar a morir al franchute) a la admiración (ese piloto volando sin medidor de combustible), quiza solo ensucia un poco ese discurso final pero es entendible, los ingleses solo pueden tomar como victoria la supervivencia ya que salieron corriendo con la cola entre las patas ante los invencibles alemanes, a los que nunca vemos el rostro ni se muestran como villanos, otro acierto del director ya que la maldad esta en todos lados al igual que la bondad, y si se preguntan si esta vez no hay personajes obsesionados, al contrario, todos tienen su propia meta obsesión, un rasgo típico del virtuoso Nolan.
Calificación: Excelente