Después de impresionarme con la maravillosa "El Perseguidor" Hong-jin Na dio un pequeñísimo paso atrás con su recomendable "The Yellow Sea", era algo lógico ya que su primera cinta que toca temas políticos, policiales, serial-killer, humorísticos, dramáticos, religiosos y un larguísimo etcétera era un tremendo tour de force que no daba oportunidad de respirar, esta vez el director muestra un estilo diferente, mucho mas pausado y cocina a fuego lento un thriller donde se nota su mano en todo momento y sigue con las mismas criticas a la policía, la sociedad y el sistema, para despues sin que nos demos cuenta de paso a un terror que se apodera lentamente de la pantalla hasta que nos atrapa en un pavor puro donde mas que cinta de terror estamos ante la invocación de un ritual satánico del que formamos parte y por ello nos hace terminar con escalofríos y teniendo pesadillas toda la noche.
Por lo menos eso sucedió conmigo, y es que no estamos ante el típico terror actual de sobresaltos, Hong-jin Na prefiere tomarse su tiempo y meternos en un ambiente malsano del que ya no podemos escapar, con una hermosa fotografía de Kyung-pyo Hong de bellos azules, grises y verdes donde cada fotograma esta cuidado a la perfección, él y el director nos regalan encuadres y postales hermosas que contrastan con la tenebrosa historia que se nos cuenta, eso si cada cuadro esta cuidado de forma enfermiza, los colores, las luces, los encuadres, esas largas tomas, de esta manera uno esta impresionado por lo que ve y oye y cuando se da cuenta ya forma parte de la vida de esas personas, esta a un lado de ellas y tiene la misma impotencia y desesperación que el protagonista.
El sonido forma parte determinante, siempre presente, siempre perfecto, incluso los silencios son importantes, la banda sonora es buena pero quizá es lo unico que no esta a la altura de lo demas. En un pequeño pueblo rural han ocurrido unos sanguinarios asesinatos que no tienen cabida en ese lugar, el torpe policía Jong-goo (Do-won Kwak, excelente) se siente azorado por lo que sucede, los asesinatos los causa uno de los familiares de las victimas, que ademas estan llenos de un extraño sarpullido y actúan como zombies, llenos de sangre y sin pensar racionalmente, ademas las escenas del crimen estan llenos de cosas extrañas y unos hongos secos, aqui la cinta es donde toma tintes de thrillers con mucho humor negra y sátira policial, el pueblo esta olvidado por el gobierno y parece que a nadie le interesa la ola de crímenes, y la policía es torpe, ridícula y cobarde, representados principalmente por el bobalicón de Jong-goo.
Pero el poblado empieza a impregnarse de rumores sobre un japones (Jun Kunimura, tetricamente exquisito) que es un fantasma, o un brujo, o un chaman, o lo que se diga de nuevo, aunque en cierta manera la investigacion empieza a apuntar hacia él, en tanto una extraña mujer de blanco llamada Moo-myung (Woo-hee Chun, bellisima y sorprendente bien) le va dando pistas a Jong-goo ya que fue testigo pero es tan ambigua y extraña como el extranjero, el sargento se resiste a creer pero todo se va volviendo mas tétrico y extraño, el japones vive de forma rara con extraños rituales, su casa esta llena de cabeza de chivos, velas, imágenes y hasta un perro negro, los asesinos van muriendo de diferentes formas, los atacantes parecen zombies, y su hija Hyo-jin (Hwan-hee Kim) se enferma de fiebre y al recuperarse parece una persona diferente por lo que su suegra (Her Jin, bien) insiste en traer un chaman (Jung-min Hwang), el mismo que ha estado ayudando en todo el pueblo.
Ante la desesperación de Jong-goo y su esposa (So-yeon Jang) el ritual no tiene un buen fin, algo que le advirtió mucho el chaman, es aqui cuando la historia se pone mas densa, da un giro total para convertirse en terror puro con posesiones, exorcismos, zombies manipulados, fantasmas, demonios, chamanes, sacerdotes, rituales satánicos, animales demoníacos y lo que se junte, donde la torpeza del policía da paso a su amor y dedicación como padre abnegado que hace lo que sea por su hija, claro que esto da paso a algo mas, la cinta se vuelve mas obscura y muestra lo peor de un pueblo ignorante y supersticioso y de sus habitantes, la violencia que desatan en su furia, la desesperación en la que todos toman medidas extremas, donde la ignorancia es el elixir de los charlatanes y el racismo de un pueblo que fue mancillado en el pasado. Una cinta impresionante, extraña, que no permite concesiones, si uno se deja llevar en su juego de terror psicológico disfruta sufriendo a mas no poder y termina viendo una media hora final que es cine perfecto, de ese que emociona, exaspera, sorprende, nos hace pensar y lo mas importante en una cinta de terror, nos recuerda que la maldad existe, siempre expectante, siempre latente, dispuesta a atacar frente a los que titubean, no tienen fe y pecan, al final es imposible evitar que un escalofrió recorra el cuerpo frente a un simple ¿quieres saber que soy?
Calificación: Excelente