Al inicio de la cinta vemos como tres ladrones vividores se dedican a robar casas de ricos ya que el padre del buenazo/zopenco Alex (Dylan Minnette) trabaja en la empresa de seguridad que les presta el servicio, por lo que ni siquiera se esfuerzan, el tipo ocupa dinero para la escuela de derecho (todo cobra sentido ahí), mientras que la luchona Rocky (sufrida Jane Levy, bien) quiere salvar a su hermanita del infierno que es vivir con su madre y el novio de esta, en tanto el novio de Rocky, el taimado Money (Daniel Zovatto) es el tipico delincuente ambicioso sin cerebro que solo se preocupa por el, el problema es que no estan ganando tanto dinero como quisieran, pero se sacan la lotería cuando descubren que en un barrio abandonado en una casa vieja un anciano ciego puede tener muchísimo dinero en efectivo que recibió como indemnización de unos ricachones cuya hija atropello a la pequeña de este.
Con una rápida introducción el director y escritor Federico Alvarez conocemos a todos los personajes, exceptuando al hombre ciego (Stephen Lang robandose la cinta) que solo vemos como la pobre victima, así los tres ladrones entran a la casa despues de dormir al perro guardián y buscan el dinero pero el ciego despierta y resulta que no es tan indefenso como pensaban, el ex militar puede defenderse y lo que es peor, no es tan santo como uno pensaría lo que cambia la situacion totalmente en una sorpresiva vuelta de tuerca que nos tiene emocionados hasta que llega otra mas, una realmente enfermiza, en una hora y media que se siente corta y en la que en todo momento tuvimos las uñas clavadas al asiento y donde uno contiene la respiración haciendo que el titulo cobre vida incluso a través del respetable, todo esto gracias a las buenas interpretaciones, a buenos personajes moralmente ambiguos lo cual da mucho juego y nos hace que no tomemos un bando, una hermosa al mismo tiempo que escalofriante fotografia Pedro Luque, con ese juego de luces y sombras, una inquietante banda sonora de Roque Baños hecha con todo tipo de objetos y por supuesto la sorpresiva historia del director y Rodo Sayagues que no tiene héroes ni villanos y si una excusa hitchcockiana para echar a andar todo.
Ademas la dirección de Alvarez es sorprendente, no he visto su película anterior pero es impresionante el manejo que tiene de los espacios, de los tiempos, de la iluminación, ademas de conseguir algunas escenas fantásticas que estan entre lo mejor que he visto en el año, esa larga secuencia sin cortes cuando entran en la casa y vemos todo el lugar con todo y los objetos que despues serán clave, la escena de la obscuridad total que es real, los actores en verdad despavoridos y desorientados, la toma del inicio que también nos lleva al final, la valentía de mostrar a la ciudad totalmente destrozada y en quiebra, los filtros con diferentes colores, y el final incorrecto, eso si, Lang se roba la función con ese personaje tan implacable como debil, ese ciego que es tanto victima como villano y que nos remite a la actualidad gringa, una donde quieren defenderse mientras las nuevas generaciones no tienen adonde escapar en una economía que los esta enterrando en vida, una impresionante muestra del genero de un grupo de uruguayos que saben perfectamente como manipular los engranes y al mismo tiempo ser diferentes.
Calificación: Muy Bien
Con una rápida introducción el director y escritor Federico Alvarez conocemos a todos los personajes, exceptuando al hombre ciego (Stephen Lang robandose la cinta) que solo vemos como la pobre victima, así los tres ladrones entran a la casa despues de dormir al perro guardián y buscan el dinero pero el ciego despierta y resulta que no es tan indefenso como pensaban, el ex militar puede defenderse y lo que es peor, no es tan santo como uno pensaría lo que cambia la situacion totalmente en una sorpresiva vuelta de tuerca que nos tiene emocionados hasta que llega otra mas, una realmente enfermiza, en una hora y media que se siente corta y en la que en todo momento tuvimos las uñas clavadas al asiento y donde uno contiene la respiración haciendo que el titulo cobre vida incluso a través del respetable, todo esto gracias a las buenas interpretaciones, a buenos personajes moralmente ambiguos lo cual da mucho juego y nos hace que no tomemos un bando, una hermosa al mismo tiempo que escalofriante fotografia Pedro Luque, con ese juego de luces y sombras, una inquietante banda sonora de Roque Baños hecha con todo tipo de objetos y por supuesto la sorpresiva historia del director y Rodo Sayagues que no tiene héroes ni villanos y si una excusa hitchcockiana para echar a andar todo.
Ademas la dirección de Alvarez es sorprendente, no he visto su película anterior pero es impresionante el manejo que tiene de los espacios, de los tiempos, de la iluminación, ademas de conseguir algunas escenas fantásticas que estan entre lo mejor que he visto en el año, esa larga secuencia sin cortes cuando entran en la casa y vemos todo el lugar con todo y los objetos que despues serán clave, la escena de la obscuridad total que es real, los actores en verdad despavoridos y desorientados, la toma del inicio que también nos lleva al final, la valentía de mostrar a la ciudad totalmente destrozada y en quiebra, los filtros con diferentes colores, y el final incorrecto, eso si, Lang se roba la función con ese personaje tan implacable como debil, ese ciego que es tanto victima como villano y que nos remite a la actualidad gringa, una donde quieren defenderse mientras las nuevas generaciones no tienen adonde escapar en una economía que los esta enterrando en vida, una impresionante muestra del genero de un grupo de uruguayos que saben perfectamente como manipular los engranes y al mismo tiempo ser diferentes.
Calificación: Muy Bien