Volvemos al cine clásico para rescatar una película basada en el relato de Richard Connell que ha sido parodiada y homenajeada hasta el cansancio, y ello debido a la fuerza de su premisa que siempre esta actualizada y a su simbolismo detrás, una gran y excelente crittica hacia nuestra cultura y naturaleza que nos deja sin palabras porque debemos aceptar que creemos las palabras que suelta cínicamente el cazador Bob (Joel McCrea, bien) que al ser cuestionado sobre que sentiría si el fuera el pobre animal salvaje sin oportunidad a los que se dedica a cazar contesta con toda la tranquilidad que "El mundo esta dividido en dos tipos de personas, el cazador y el cazado. Afortunadamente yo soy el cazador. Nada puede cambiar eso." Nada a no ser por el conde que resulta ser su anfitrión y al que se le ha soltado un tornillo al tener todo y ya no emocionarse con nada, a no ser el diabólico juego al que hace mención el titulo original.
La premisa es muy sencilla, el famoso y exitoso cazador Bob (el mencionado McCrea) esta siendo adulado por sus compañeros de viaje por el mar, recordemos que en esos tiempos prácticamente no existía la ayuda a los animales, grupos contra caza y todo eso que ahora condena la caceria y esta era muy bien vista, pero hay algo raro, parece que alguien movio las boyas y cuando apenas quieren reaccionar son golpeados por las traicioneras rocas que están cerca de una isla, el barco naufraga y solo Bob se salva llegando a la orilla donde es rescatado por cierto personaje que nunca habla y que lo lleva con el conde Zaroff (magnifico Leslie Banks), un anfitrión culto, inteligente y agradable que tiene con ellos a otras dos victimas de naufragio, pero pronto Bob se da cuenta de que pasa algo raro, los hermanos Martin (Robert Amstrong adecuadamente irritable y comico) y Eve (preciosa Fay Wray antes de King Kong) cuidan sus palabras y parecen tener horror del conde.
De pronto Bob se da cuenta de la realidad, ahí las personas desaparecen y el lugar a quien nadie puede entrar es en realidad el cuarto de trofeos más horrible que existe, detrás de esa personalidad enigmática y carismática Zaroff esconde un monstruo despiadado con la sangre más fría, un hombre que la tener todo y vivir de todo ahora se aburre en demasía y lo compensa con lo único que le gusta, la cacería, pero ¿Qué mejor caceria que la que se le da a un hombre? el animal más inteligente y con más raciocinio, lo cual le regala un reto mucho mayor, obviamente al final el mismo bob debe escapar/enfrentar al conde en un juego de cazador cazado con todo y damisela en peligro en medio de los dos, lo cual resulta muy interesante y más aun con la dirección a cuatro manos de Ernest B. Schoedsack e Irving Pichel con la colaboración detrás de nada menos que Merian C. Cooper, la fotografía fantástica, los escenarios perfectos y una banda sonora fastuosa, y por ello en esta cinta de aventura/terror se pasa en un suspiro que se degusta de lo mejor manera deseando más, y al final uno no puede evitar pensar que Zaroff piensa como pensaba Bob, ¿no será que por ello merece este destino? y ¿Qué hay de nosotros? la única especia sobre la tierra que mata por placer y se regodea en ello, pero si me critican con buen cine no me puedo quejar.
Calificación: Muy Bien