Estaba esperando con ansia esta quinta película de la serie, creí que iba a ser de lo más rescatable del cine de acción en el año, groso error, claro que tampoco esperaba gran cosa ya que la saga se ha ido desinflando pero por lo menos algo decente, pero no, el personaje de John McClane cavo su tumba con esta cinta, por lo menos eso pensaran sus verdaderos fanáticos en tanto que económicamente la cosa pinto bien ya que gano muchísimo dinero, lastima que John ahora tenga que compartir escena con su cansino hijo Jack que a lo mejor toma la batuta de la saga para terminar de sepultarla.
John McClane (Bruce Willis casi sin convencerme) va a Rusia para ayudar a su hijo Jack (Jai Courtney haciéndolo mal a diferencia de su participación en la mucho mejor Jack Reacher) quien esta acusado de asesinato, ahí se da cuenta de que trabaja para la CIA y que quieren rescatar al prisionero político Yuri (Sebastian Koch ganándose la papa de manera lastimosa), después de eso, balazos, corretizas, persecuciones, y vueltas forzadas de tuerca una tras otra, que la hija traiciona a Yuri, que el militar maloso tiene miedo de algunos documentos que lo pueden hundir, que Yuri le voltea la tortilla y quiere vender armas nucleares, y mientras pasa todo esto vemos a la familia McClane ser observadores sin entender nada.
Aunque al final sabemos que ellos salvaran el día, tumbando helicópteros, esquivando miles de balas, aventándose de varios pisos, escabechándose cientos de malos, destruyendo media ciudad en un persecución automovilista, el problema es que tanta destrucción y acción no tiene sentido porque no nos importa la historia ni los personajes que son invencibles por lo que no tenemos tensión de que les pase algo, lo único rescatable es que no se usa tanto efecto por computadora y Mary Elizabeth Winstead cobrando cheque gratis.
Calificación: Mediocre