Pixar esta en lo más alto de la animación, solo las películas de animación japonesas le compiten de tu a tu pero muchas de ellas no va enfocadas a los niños, por ello Pixar seria el rey absoluto tomando en cuenta que Miyazaki dura mucho tiempo en entregarnos algo nuevo, de ahi siguen muchas otras casas de animación que tienen una o dos cintas recomendables, y hasta al último esta Disney que cuando mucho solo ha logrado cosas que vale la pena revisar y nada más, además de eso esta técnica de la captura de movimiento hace que los personajes se vean menos humanos que si fueran caricaturizados aunque suene irónico, y lo más importante, la historia siempre termina siendo convencional y simple (véase que no dije sencilla sino simple), esto es justamente lo que pasa con esta cinta que aburre hasta que llega al lacrimógeno y chantajista final en el que hasta un cínico como yo se pone sentimental.
Y de que va? El niño Milo (voz de Seth Green) es como cualquier niño de su edad, no hace caso y se enoja con su madre (voz de Joan Cusack) pero esta es fuerte y lo disciplina por lo que se convierte en la elegida de las marcianas para pasar los datos de su cerebro a un robot que servirá de niñera a las marcianitas porque viven en un matriarcado y los hombre son tirados al basurero donde son cuidados por ellos mismos (aunque estos pecan de estúpidos debo decir, por lo que no resulta raro que las hembras los hayan echo a un lado), Milos sube a la nave para rescatar a su madre y junto a otro niño al que le ocurrió lo mismo hace años, Gribble (voz de Dan Fogler) intentaran salvar a su madre y de paso enseñarles una lección a los marcianos destruyendo su tiranía.
Lastima que la cinta sea tan convencional y también debo decirlo, aburrida, la cinta se mueve entre caminos conocidos hasta el final que todos conocemos de antemano, los personajes son simples cliches y la animación se siente antigua comparada con lo más nuevo, el idioma marciano es terriblemente desesperante y la cinta solo sube su nivel en el final, donde Milo hace todo lo que puede por rescatar a su madre, al igual que Gribble que lucha por quitarse el sentimiento de culpa y finalmente lo único valioso, cuando la mamá de Milo ni siquiera duda un segundo en dar la vida por su hijo, esa escena chantajista y lacrimógena hizo que se me pusiera la piel chinita, ni modo, no soy de palo.
Calificación: Palomera