Esta secuela agarra practicamente la misma historia y la traslada a un aeropuerto, al mismo tiempo que todo se hace más grande; el escenario, la cantidad de personajes, las explosiones, los muertos, el numero rehenes, chistes.... pero es un error clasico de Hollywood pensar que más o más grande es igual a mejor, esta cinta es la prueba ya que no solo se ha perdido el factor sorpresa sino que tambien se pierde el suspenso que tenia aquella primera parte y sobretodo porque John McClane pierde en humanidad para ganar en heroe de acción, me refiero a que en "Duro de Matar" McClane era un policia "duro" que obligado por las circunstancias tenia que hacer cosas extraordinarias (para una persona normal), pero que en cada pelea salia lastimado y era cuidadoso sin hacer cosas ridiculas que obviamente lo llevarian a la muerte, es por eso que McClane quedaba como santo Cristo apenas sobreviviendo al grupo de terroristas/ladrones.
Y de que va? En la segunda parte McClane (Bruce Willis que nacio para este tipo de papeles) ha perdido un poco de ese sentido común que hacia que nos identificaramos con él (aunque acepto que yo nunca podria hacer las acrobacias que este se echa como calentamiento) y en cambio gano algo de los "superheroes" que tan de moda estaban en esos tiempos, esos que parecen tocados por Dios y a los que la suerte siempre les sonrie. Unos nuevos terroristas comandados por el coronel Stuart (convincente William Sadler) han tomado el control del aeropuerto de Washington para rescatar al General Ramon Esperanza (Franco Nero, bien) que parece ser un alter-ego de Castro (aunque por ahi parece estar la bandera de Bolivia), pero por desgracia para ellos John McClane esta en el aeropuerto esperando a su mujer Holly (Bonnie Bedelia) que de nuevo es tomada como rehen o por lo menos esta en peligro, de aqui comienza una batalla entre la ineficiente policia, los payasos militares y el buen equipo terrorista, aunque claro esta con la adición de McClane a la receta.
No se puede decir más porque seria contar secretos importantes de la trama y las interesantes vueltas de tuercas, la historia sin ser nada del otro mundo logra ser inteligente pero sin clavarse demasiado lo que es ideal para una pelicula de acción de esta envergadura lo cual creo se debe agradecer a que esta basada en una novela de Walter Wager, y de nuevo el ataque hacia las organizaciones que cuidan al pueblo americano funciona, lo hace de manera burlona pero tambien denunciando sus defectos, además hay la suficiente acción como para hacer la delicia de los que solo gustan balazos, peleas y explosiones. En conclusión Renny Harlin entrega una buena secuela que entretiene bastante ¿entonces porque me queje tanto en el principio de la reseña? debe ser porque soy exigente y porque esperaba casi el mismo nivel de la primera, aunque supongo que es mucho pedir, ah, por cierto, McClane se vuelve a meter en los ductos jajajaja, me pregunto quien habrá inventado el cliche.
Calificación: 7.8 - Bien