EL CASO DE RICHARD JEWELL (RICHARD JEWELL, EU, 2019)
En cierto momento de la cinta el abogado con corazón Watson Bryan (Sam Rockwell, muy bien) le dice a su cliente, el gordo bobalicón del titulo, el tal Richard Jewell (Paul Walter Hauser, en una perfecta elección de casting) que no abra la boca, que solo él puede hablar y que Richard se quedara callado sin decir ni hacer nada, para estos momentos ya sabemos como lo sabe también Watson que esto es imposible, cuando la policía llega a allanar la casa del sospechoso Richard no solo les ayuda y les da ideas repitiendo que los comprende ya que también es policía y que entiende que solo hacen su trabajo sino que dice ciertas lineas e ideas que solo lo hunden mas y mas, como apunte antes para este entonces este comportamiento no nos parece raro aunque si exasperante, mas que nada porque sabemos que Richard es un buen hombre, un americano con moral y ética intachable, buenazo, patriota, dedicado, profesional en su trabajo pero también es ignorante, ingenuo y demasiado quisquilloso en su trabajo lo que lo convierte en la presa ideal de la prensa y el gobierno.
Aunque para ser francos de no ser por lo quisquilloso e incluso paranoico que es no habría sospechado de una mochila que termino siendo una bomba puerta en los juegos olímpicos de Atlanta y que hubiera causado mucho mas daño de no ser detectado por este. Richard nos es presentando como un personaje ingenuo, incluso un poco bobalicón como indique antes pero con buenos sentimientos que hace migas con un abogado jugando videojuegos mientras sueña dejar la guardia de seguridad para convertirse en policía, en los juegos olímpicos Richard consigue empleo como guardia despues de fallar en un empleo policíaco y aunque añora ser policía de nuevo realiza su trabajo respetuosa y profesionalmente, tanto asi que va enfermo a trabajar y salva a muchísimas personas cuando descubre una bomba en una extraña mochila despues de algunas falsas alarmas que mando el hombre de días anteriores.
Para este momento vemos a Richard tener una fama y respeto que nunca había conocido pero que disfruta mas su madre que él aunque pareciera entender que por ahi esta su oportunidad de crecer profesionalmente, hasta que los medios inescrupulosos y liberales extiendan sus garras hacia él y lo tiren a los buitres de los medios informativos que solo buscan la nota y el rating y las masas que son manipuladas por ellos, en tanto el FBI solo busca un chivo expiatorio para mantener la tranquilidad de los civiles y el nombre en el extranjero y no hay nada mejor que usar a un tipo que tiene todo el perfil de un terrorista, ignorante, pobre, solitario, frustrado profesionalmente, sin pareja, sin amigos, que vive con su madre, que ha tenido problemas con sus jefes en trabajos anteriores y que gusta de las armas.
Como el traje de héroe le quedaba mal lo prefieren de villano y rápidamente lo estigmatizan, es asi como Richard Jewell se convierte en la victima perfecta del gobierno estadounidense y los medios que tienen tanto poder en ese país y en prácticamente todos los demas, las investigaciones, los interrogatorios, la persecución, todo se ve y se entiende como una excusa, una presión, una forma de destruir al pobre tipo cuyo unico defecto es no ser un modelo liberal, pero es aquí cuando el director Clint Eastwood dirigiendo con un clasicismo y una maestría encomiables saca a relucir su forma de pensar, no importa si tu pensamiento es conservador o liberal en cierto momento pensaras y casi gritaras a la pantalla, a esa rapaz periodista Kathy Scruggs (entregada Olivia Wilde) y a ese detestable agente Tom Shaw (Jon Hamm, bien) que dejen en paz al pobre de Richard, y en mi caso incluso al nefasto Bill Clinton que nos es presentando en imágenes televisivas y que se entiende o por lo menos eso da a entender la cinta, que es parte de esta mentira, una que hace romperse a la tranquila madre de Richard, Bobi (Kathy Bates, perfecta) en un gesto que hace que todos los que tenemos madre o abuela nos rompamos también.
Escribí que en cierto momento casi quise gritarle a la mentira que es Clinton y es justamente eso lo que molesta a los críticos de Eastwood, es cierto que la cinta tiene una obvia tendencia republicana echando sal a las heridas de los medios liberales y atacando las débiles organizaciones gubernamentales pero mas aun ¿no sera la reinvindicacion de un héroe común? del ciudadano común norteamericano que no tiene poses o comportamientos de héroe sino que simplemente sale día a día a hacer su trabajo con profesionalidad y seriedad, de esos que forman la norteamerica de antaño y que parecen anacrónicos en la actualidad, esos tipos que sueñan con servir a su pais y sus ciudadanos y solo son tratados como dinosaurios y enajenados, como el propio Eastwood lo ha sido, y la verdad sea dicha cuando esta forma de ver la vida se muestra con una maestría tal que va del suspenso al melodrama, al drama judicial, el suspenso y hasta una comedia negra y satírica delirante solo queda rendirse ante el genio de Eastwood y valorar como se debe al héroe común, y por ello mas valioso, que es Richard Jewell.
Calificación: Notable
No hay comentarios:
Publicar un comentario