Cinecritica: Mandy

MANDY (IDEM, EU, 2018)

Red (Nicolas Cage adecuadamente subactuado al principio y sorprendentemente sobreactuado hacia el final) y Mandy (Andrea Riseborough, bien como una belleza rockera de la américa profunda) viven idilicamente en medio un bosque en comunión con la naturaleza, el tipo trabaja en el bosque y la chica es dependienta en una tienda, pero pronto conocerán el infierno de la mano de unas personas que extrañamente se creen tocadas por Dios, esta es la concisa y sencilla trama que nos presenta Panos Cosmatos y con el que conocí el trabajo de este director, una estrambotica locura que se ríe y ataca todo mientras nos lleva a un viaje colorido y desquiciante donde la banda sonora de Johann Johannsson juega un papel preponderante y donde Cosmatos se entrega a la violencia y exageración de la serie B mas profunda.

En el primer capitulo conocemos la vida de Red y Mandy, dos personas que viven en comunión con la naturaleza, el tipo se siente inmensamente feliz y no cree que Mandy este con el, ella entiende al huraño tipo mientras le gusta perderse en sus libros de fantasía, ya en el segundo capitulo vemos como el líder de una secta religiosa que nos recuerda a la familia de Charles Manson, el tipo ve a Mandy de reojo y se encapricha con ella y les indica a los demas que se la entreguen por lo que estos llaman a unos extraños tipos motorizados masoquistas que parecen venir del infierno cual cenobitas, sucede lo inevitable, la pareja es atacada y raptada y cuando todos los discursos y las drogas no quebran a Mandy que se ríe desquiciada de la hombría de Jeremiah (Linus Roache) estos toman la decisión mas sádica.

Dando paso a la tercer parte donde se mantienen todavía esos viajes psicodelicos llenos de color rojo pero a diferencia de la primer con un ritmo lento y la segunda en uno semilento y sobre-dialogada aquí tenemos un ritmo trepidante y violento que no cesa en ningún momento y donde Red despues de ver un hilarante comercial de cereal explota en calzoncillos y decide ir por la venganza creando una lanza/hacha/alabarda que brilla en todo momento y se enfrenta a esa maldad que no se detiene, de aquí hay accion, ataques, viajes psicóticos, alucinaciones animadas, sangre y sobre todo mucha violencia en peleas de disparos, flechazos, cocaína volando y moto-sierras jugando a quien la tiene mas grande hasta llegar a una blasfema iglesia con todo y catacumbas donde el líder muestra su verdadera cara, el de un cobarde idiota que tiene delirio de grandeza y donde se acaba ese placer culposo vengativo de la mejor manera, una cinta que se disfruta y que es un delirio audiovisual por mas que la historia no sea tan compleja, pero vaya que ataca a los que usan la religión como escudo, a esos falsos lideres, la destrucción que causan las drogas y hasta el enajenamiento que hacen los medios en la sociedad, ya por eso vale mucho la pena.

Calificación: Bien