Los Foo Fighters quieren realizar su decimo disco pero quieren que sea especial, su productor Jeremy (Jeff Garlin) les exige el disco y para que no tengan excusa los manda a un mansión con una acústica majestuosa, por supuesto que el problema es que como ya vimos al puro inicio de la cinta ahí fue asesinada una banda en los años noventa como vemos con Jenna Ortega en un cameo que casi emula el inicio de su personaje en "Scream 5", de hecho los mismos integrantes de la banda dicen que se siente algo oscuro en el ambiente pero Dave Grohl no puede estar más contento por ello, como es de esperarse al poco tiempo el líder y vocalista de la banda comienza a tener pesadillas donde es atacado por Kerry King de Slayer que murió en un accidente con la corriente al acomodar el equipo, ve a un extraño jardinero sombrío, escucha cosas y es llamado a un sótano donde un mapache crucificado alimenta de sangre un libro que se parece al Necronomicón y que culmina con la posesión de Dave.
A partir de este momento el líder cambia su forma de ser, que desde antes era bastante pesada, y se obsesiona con un tema interminable que repite la misma nota hasta sacar de quicio a sus compañeros que aunque comienzan a sospechar cuando se den cuenta de todo ya sera demasiado tarde, con muchas muertes, muchos asesinatos gore, y una comedia ridícula que intenta ser mala leche sin que sea negra en ningún momento, lo cual es malo ya que esta premisa lo pedía a gritos, violencia, terror, demonios pululando por todos lados, y unos personajes tan ridículos como risibles, que en este caso ademas se supone son muy parecidos a las personas reales, desde un Grohl que esta desatado, pasando por la desesperación de Nate Mendel, la exasperación del fallecido Taylor Hawkins, el valemadrismo de Rami Jaffe y la sonrisa impoluta de Pat Smear que extrañamente actúa mal pero roba cada fotograma en el que aparece por su gran carisma con esa sonrisa que no desaparece (casi) nunca.
Esto aderezado con algunas buenas muertes, desde el repartidor decapitado, de un asado casi crudo, a los amantes en plena mojada de brocha cortados en dos con una sierra eléctrica, ese platillo cortante, el carro asesinado arrollando y atravesando ojos, y y los fantasmas explosivos, y por supuesto lo mejor, ver a los Foo Fighters riéndose de ellos mismos, de esa lucha de egos que incluso termina conun solista satánico, y por supuesto los cameos que van desde los mencionados a ese chiste hilarante con Lionel Richie dando consejos de bloqueo musical, y el maestro John Carpenter haciéndoles el sonido para el disco, pero por el lado malo, la historia es harto sencilla, y el humor ridículo no funcionara para la mayoría, ademas de que las referencias que son lo mejor de la cinta solo pueden ser disfrutadas por los fanáticos de los Foo y los que conocen ese mundo rockero y del cine de terror, para alguien neófito, pueden parecerle insoportables, es decir una cinta divertida pero con un mercado de nicho.
Calificación: Regular