En la primera secuencia de la cinta vemos el nacimiento de Jack Frost (voz de Chris Pine) que descubre sus poderes y decide llevarles la magia de la nieve a un pueblo, para descubrir que nadie puede verlo y nadie lo conoce, así que el tipo años después sigue llevando el invierno al mundo pero no puede dejar de sentirse solo e invisible, algo que lo enfurruña ya que quiere sentirse halagado y querido por todos, cual adolescente que parece ser, de lejos la construcción del personaje de Frost es lo mejor de esta cinta animada de Dreamworks que apuesta por una historia nada infantil con ciertos toques oscuros, Jack no solo se siente no valorado sino que desea ser idolatrado, como los otros entes, algo que aprovecha el villano El Coco (voz de Jude Law) para atraerlo y aprovechar sus dudas, en una búsqueda del protagonista por su pasado, por su verdadero ser, y por su razón de existir en medio de una guerra que puede terminar con el mundo.
En cuanto a la trama general de la cinta el mencionado Coco ha regresado, aunque nunca sabemos de donde, para esparcir las pesadillas en el mundo, y debe ser detenido por los guardianes, un grupo de seres inmortales escogidos para mejorar el mundo, ahí tenemos a Norte (voz de Alec Baldwin) que para simplificar es Santa Claus, el Hada de los Dientes (voz de Isla Fisher), el Conejo de Pascua (voz de Hugh Jackman) y Sandman, el popular hombre de los sueños que tampoco es usual en Latinoamérica, para derrotarlo la Luna ha escogido un nuevo guardián, Jack Frost que a regañadientes comienza a ayudarlos pero luego se convierte en la pieza clave para la victoria. Una trama sencilla que usa muchos conceptos de cultura popular y que apuesta mucho por la acción, que aquí se ve bien más que nada por la exquisita animación que presume la cinta, y que tiene algunos momentos oscuros y serios que se agradecen para poder equilibrar la película.
El diseño de personajes es cumplidor, pero los escenarios y el arte visual de los lugares es muy bueno, para ese año la manera en que se ve la nieve, el polvo y demás elementos es bastante bueno, así como los reinos/guaridas de los guardianes que son imaginativos, y se agradece el que toquen temas como la importancia de las creencias, sueños y deseos infantiles, el ego que esta dentro de cada uno de nosotros, el miedo a ser olvidado, el deseo de transcendencia y hasta el sacrificio casi instintivo (o lo contrario) por nuestros seres queridos como en ese desgarrador flashback, lastima que al final todo se resuelva de manera tan convencional y que se dejen de lado muchos temas abiertos, pero la cinta cumple con entretener y de paso dar un buen mensaje, aunque este no sea tan luminoso como acostumbra la animación.
Calificación: Palomera