El pequeño Eric (Lucas Blas) escucha voces a cada momento, se mantiene aislado y realiza extraños dibujos que son demasiado tétricos para provenir de un pequeño, para la psicóloga (Beatriz Arjona) esto no es mas que la manera en que el niño canaliza la tensión que le causa estarse cambiando de casa constantemente debido al trabajo de compraventa de sus amorosos padres, no poder establecerse en una escuela y tener amistades largas le estan pasando factura, Daniel (un entregado Rodolfo Sancho, bien) intenta tomarse las cosas con calma en tanto que su mujer Sara (Belén Fabra) no esta muy convencida, para nosotros los espectadores el director y guionista Ángel Gómez Hernández lo deja mas claro con un inicio que no deja lugar a dudas de que en la casa sucede algo muy tenebroso, hasta diabólico se podría decir, y ademas deja claro que aquí todos estan en peligro y la cinta no tomara el camino obvio sino que se atreverá a ser impredecible en los momentos claves, algo que le da mucha fuerza a la cinta.
Por desgracia esta misma vuelta de tuerca en el primer largometraje del director no se ve reflejado en otro tipo de cosas, como el ambiente general, la historia y los jump scares que al final se vuelven tan recurrentes, obvios y cansinos que uno solo desea que termine todo, una lastima ya que antes de ese clímax final en varios frentes que intenta emular "El Conjuro" la cosa iba bastante bien, con ese ambiente logrado muy cuidado que le da mas importancia a que sintamos la tensión y el ambiente de peligro, los momentos de terror que se dan por susurros, voces, sonidos que apenas se notan, sombras, pies por detrás de una cortina y una mosca, por cierto en aspecto sonoro la cinta es sobresaliente, con un sonido cuidado y dando mucha importancia a estos sonidos que se supone vienen de ultratumba, por ello causa aun mas problema el hecho de que en los jump scares un sonido estridente aparezca de golpe ya que no embona con lo que veníamos escuchando.
Es decir que la cinta de Gómez Hernández es irregular por causa de estos defectos que le evitan ser una cinta mas redonda, a la familia perseguida por un espíritu se unirán una pareja de investigadores paranormales; el creyente Germán (Ramón Berea, bien) y la escéptica Ruth (Ana Fernández) que forman una pareja dispareja de padre e hija que resulta muy atractiva a la vez que divertida de ver en pantalla, el problema de esto es que parece que ellos son indestructibles por el villano principal, la bruja de las voces, y el final aunque sorprende deja un aire de final abierto sin resolución que va peleado con la escena post créditos que venden, despues de todo que tan efectivos resulta una pareja que no pudo contra el mal en su primer incursión, pero dejando estos detalles de lado la película cumple, el diseño sonoro como ya mencione, un cuidado trabajo de producción, unos efectos especiales de buena calidad, buenas interpretaciones en lo general, un ambiente malsano, momentos autenticamente tétricos y varias sorpresas que nos e ven venir hacen que sea una buena cinta para revisar.
Calificación: Vale la Pena