LA CANCIÓN DEL PULQUE (ÍDEM, MÉXICO, 2003)
"Pulque bendito, dulce tormento, ¿que haces afuera? vamos pa' dentro" suelta el carismático Hector Zamora "El Cantarrecio" antes de empinarse el elixir antiquísimo que como nos dice un experto forma parte de la cultura desde la era prehispánica, asi la opera prima del maestro Everardo González decide mostrarnos una de las costumbres mas antiguas y que mejor representan al pueblo mexicano como es la producción e ingesta del pulque, y que en la actualidad por desgracia ha desaparecido casi por completo supongo, por mas que alguno de los productores suelte por ahi que en cinco años sera muy valorado o que los asiduos visitantes de la pulqueria "La Pirata" no sepan que harán cuando ya no haya pulque, pero Gonzalez no intenta darle un sentido catastrófico a su documental sino por el contrario el filme es divertido, picaresco y muy humano, algo que el director siempre ha logrado mostrando interés y respeto hacia todas las personas del universo que visita, el tipo no juzga y con ello evita que juzguemos, sino que por el contrario los entiende y los siente cercanos, y aunque claramente toma una postura a favor de la milenaria bebida nunca manipula o chantajea sino que logra esto con las imagenes que presentan en pantalla.
Donde ademas, otra característica de su cine, nunca entra para dar una opinion o manipular información, es decir estamos ante un documentalista serio y profesional desde su primera obra, dejando de lado el buen hacer del director que nos entrega poco mas de una hora de metraje de muchísimas grabadas, donde queda retratado perfectamente este mundo, somos participes del compañerismo y la buena vibra de "La Pirata" donde el Cantarrecio se avienta sus gorgoritos porque como el dice no canta bien pero canta recio, y ademas se avienta sus pulquitos porque si no los borrachines lo desesperan, algo que estando en nota no sucede, la verdad es que nosotros no ocupamos ponernos asi para disfrutar y reir con la convivencia que ahi reina, aunque se antojan ese de guayaba por ahi, el de cacahuete por alla, el de melon que dicen esta rico, y una gama se sabores que parece interminable, González no se queda solo en la pulqueria, visita el lugar donde el maguey/agave cuya aguamiel se hace mas fuerte pero con mejor sabor al añejarse, vemos el proceso, si se cuida bien da en menos años, pero cuando mucho 7 meses, el trabajo artesanal para recogerlo y "la prueba de calidad".
Pero ahi como en "La Pirata" lo mas interesante son las personas, ese que esta consciente de que pronto se acabara esto pero que despues de intentar por todos lados solo le quedo ser tlaquichero, el otro que es muy devoto y habla quedito en el templo, el ritual cantando/orando al producirlo, un canto que no es alegria sino de tristeza, el proceso de "envasado", como se trasporta y bajan siempre con las personas inmiscuidas laborando de forma juguetona y amena casi como los que estan dentro y se aguantan la carrilla de una pegajosa canción mexicana donde se manda a todos a.... , los diferentes músicos que bien se avientan una ranchera como una canción cómica, por alla esta el que imita a "Resortes", el que dice que se debe guardar respeto y de inmediato se lo pierde al amigo, el poeta que exige los aplausos, el mesero bromista que saca de quicio a un borracho que ya no tiene dinero y le ofrecen agua, "como voy a tomar agua, ni que estuviera loco", el barrero que se avienta múltiples piruetas, y hasta la señora que vende la comida, es cierto que el que tiene mas tiempo en pantalla es el Cantarrecio pero todos tienen oportunidad de brillar, son personajes carismáticos, encantadores y pintorescos y González lo sabe y le da a cada uno su momento.
Al final somos participes de las confesiones de algunos, no todos son totalmente felices y completos en su vida en este lugar, cuando se habla de amor cada quien tiene su propia visión, el que fue abandonado y ya no cree en el amor, la que siempre fue usada y golpeada, el que es mas que feliz con su mujer, el que de plano le vale, y por esta variopinta cantidad de pensamientos que la cinta siempre tiene algo que decir, porque todos las personas que conocemos pertenecen al México de antes, ese que ya desapareció y ahora ha sido cambiado por móviles, música de antro y cervezas importadas, y por ello uno quisiera que se detuviera el tiempo, y que nunca desapareciera la música en vivo, la picardia, la camaradería, el buen humor (sin ofendiditos), en pocas palabras el alma del verdadero México.
Calificación: Excelente