Cada tanto tiempo aparece una cinta indie o que aparenta serlo y que se sobrevalora de manera extraña y enfermiza sin razón aparente, mas alla de la moda indie que toma a las nuevas generaciones, hace dos años le toco a la cinta que estoy reseñando, amor de parte de toda la critica, nominaciones y premios a raudales y todo el publico hablando bien de ella, ya vista y con la mirada fría la cinta no pasa de ser una simpática cinta que es muy dispareja, lo mismo entrega algún momento de buen cine o inteligente para momentos despues dar pena ajena, al inicio conocemos a Ben (Viggo Mortensen) que vive junto a sus seis hijos en el bosque; el primogénito Bodevan (George MacKay), la inteligente Kielyr (Samantha Isler), la intrépida Vespyr (la favorita del horror Annalise Basso), el pedante Rellian (Nicholas Hamilton), la inaguantable Zaja (Shree Crooks) y el tranquilo Nai (Charlie Shotwell), dándoles una educación libre de los vicios de la tecnología.
Son atléticos e inteligentes y ni siquiera el suicidio de su madre por causa de un doloroso cáncer logra que Ben quiera visitar la civilización, claro que mas pronto que tarde cambia de opinión y la cinta pasa de ser una carta de amor a la naturaleza en contra del tipo de vida que tenemos actualmente, de aquí pasa a ser una road movie familiar donde vemos los logros de tener una educación fuera de nuestro sucio mundo y todo lo malo de la sociedad, cuando llegan con el suegro (Frank Langella, bien) este no puede soportar a su yerno y quiere que los niños se queden con él, despues de un vistoso sepelio vemos algunos problemas donde al final el tipo se convence de que ha tomado malas decisiones para despues descubrir que lo bueno es una mezcla de ambas formas de vida para no hacerlos inoperantes socialmente.
El mensaje no es malo pero la forma de enseñarlo no pasa de ser demasiado convencional, en primer lugar, en verdad criar niños de esa manera los convierte en superatletas y expertos en física cuántica de ochos años, y en segunda al final la historia recula y dice que siempre no es buena idea, los niños no se emocionan al ver la civilización y solo la critican, y mi experiencia me dice que los niños se emocionan ante todo lo nuevo, por lo menos el reparto es buenísimo, la fotografía mas que cumplidora y una banda sonora que es inteligente, lastima que la dirección y la historia del Matt Ross queden a deber frente al gran capital que tenia para usar.
Calificación: Vale la Pena
Son atléticos e inteligentes y ni siquiera el suicidio de su madre por causa de un doloroso cáncer logra que Ben quiera visitar la civilización, claro que mas pronto que tarde cambia de opinión y la cinta pasa de ser una carta de amor a la naturaleza en contra del tipo de vida que tenemos actualmente, de aquí pasa a ser una road movie familiar donde vemos los logros de tener una educación fuera de nuestro sucio mundo y todo lo malo de la sociedad, cuando llegan con el suegro (Frank Langella, bien) este no puede soportar a su yerno y quiere que los niños se queden con él, despues de un vistoso sepelio vemos algunos problemas donde al final el tipo se convence de que ha tomado malas decisiones para despues descubrir que lo bueno es una mezcla de ambas formas de vida para no hacerlos inoperantes socialmente.
El mensaje no es malo pero la forma de enseñarlo no pasa de ser demasiado convencional, en primer lugar, en verdad criar niños de esa manera los convierte en superatletas y expertos en física cuántica de ochos años, y en segunda al final la historia recula y dice que siempre no es buena idea, los niños no se emocionan al ver la civilización y solo la critican, y mi experiencia me dice que los niños se emocionan ante todo lo nuevo, por lo menos el reparto es buenísimo, la fotografía mas que cumplidora y una banda sonora que es inteligente, lastima que la dirección y la historia del Matt Ross queden a deber frente al gran capital que tenia para usar.
Calificación: Vale la Pena