No entiendo el porque del odio a las nuevas peliculas de Chucky, pareciera que los fanaticos quieren que se siguieran haciendo la segunda cinta siempre, la primera es irrepetible porque tiene un juego psicologico que ya no puede repetirse, la segunda intenta emular la primera y aburre en lapsos, quiza por ello se decidio tomar otro rumbo y hacer la saga mas desmadrosa, algo que ya se apuntaba desde la creacion del personaje con esos chascarrillos, la mala leche y los comentarios politicamente incorrectos, Don Mancini guionista de toda la serie y tambien director de las ultimas tres se ha decantado mas por este rumbo pero sin abandonar el otro, algo que ya habia retomado en la pelicula anterior, y que esta vez juega con ambas cosas, el desternillante humor de la quinta y el terror de la sexta. Un adulto Andy (Alex Vincent) es perseguido por su pasado en una cita que termina mal, llega a su casa donde tiene la cabeza de Chucky (voz de Brad Dourif, excelente) y lo tortura al tiempo que el muñeco se burla de el.
Con esto se nos revela que la escena postcreditos es real y que Chucky si intento ir por Andy y fallo, tambien la otra es real para sorpresa de muchos incluyendome, mientras tanto Nica (Fiona Dourif, bastante bien) esta en el manicomio sufriendo electrochoques por parte de el maquiavelico Dr. Foley (Michael Therriault) quien la convence de que ella es culpable y sufre locura, es trasladada a otro hospital donde puede recibir visitas, se entera de que su querida sobrina fallecio y recibe un muñeco Chucky de regalo por parte de Tiffany (Jennifer Tilly, bien) que se suma al que usa el Dr. para la terapia y donde solo Nica piensa que el muñeco viene a causar problemas, y ahora pudiendo cambiarse de lugar con el otro, nadie le cree pero los asesinatos comienza a sucederse, casualidad, accidentes y despues obvios asesinatos donde todos van cayendo mientras Foley piensa que Nica es la posible culpable aunque nosotros y la pobre chica sepamos la verdad.
De aquí pues ya sabemos, la desesperación de Nica, el muñeco aprovechándose de la mente de los que puede, si antes eran niños ahora son locos, tomando eso en cuenta el director y guionista Don Mancini toma una decisión inteligente al usar un manicomio con todos esos locos que pueden ser usados de distintas maneras y que dan una sensación enfermiza que siempre aporta, con los escenarios limpios y minimalistas que logran que cuando aparezca el muñeco se haga notar, aunado a eso es muy buena la decisión de volver a usar solo animatronic ya que lo hacen ver mas real y es el Chucky de toda la vida, y de nuevo se agradece la mala leche de Mancini que aun en esta difícil epoca no tiene miedo y se mofa de las correcciones políticas haciendo chistes racistas o de locos sin inmutarse, como muestra cuando Chucky platica con la loca esquizofrenica, hilarante y graciosisima, y de estas hay muchas, cada que aparece uno no puede mas que reirse a carcajadas de este psicópata que como el mismo apunta es un enfermo pero de forma graciosa, la fotografía es limpia, la banda sonora es buena y rescata temas clásicos actualizándolos, mención especial a esa escena antologica de Chucky triunfante. Por lo demas no se puede descubrir mas de la cinta sin afectar su visionado, algunos sorpresas que explican el final de la cinta anterior, quizá el unico detalle es que se pudo haber jugado mas con esta vuelta de tuerca pero es una gran adición que deja todo abierto para una ya deseada secuela.
Calificación: Bien