Quiza no deberia quejarme de forma en que lo voy a hacer pero me resulta inevitable, lo mejor de la pelicula es tambien su mayor lastre, esos hermosos actos del cirque du soleil son maravillosos, esplendidos, ver como los acrobatas danzan en el aire, los dramaticos payasos fantasean, los artistas pelean en escenarios movibles cual si fueran expertos luchadores de la antigüedad o héroes sacados de alguna leyenda china, las danzas donde retuercen su cuerpo de forma inimagible y siempre de manera artistica, donde una chica busca a un chico viajando a traves de un paraguas que se mueve magicamente por el agua y donde los mundos se transforman enfrente de nosotros.
El problema es que nos deja atonitos pero confusos, en ningun momento entendemos que esta sucediendo en la historia, sabemos que la enamorada Mia (Erica Linz) busca desesperadamente a su gran amor a primera vista, "The Aerialist" (Igor Zaripov), a quien conocio en un circo por azares del destino, el chico comparte el sentimiento pero cierto accidente lo lleva a los otros mundos del titulo donde se pierde y es hecho prisionero, en tanto que Mia hace hasta lo imposible por encontrarse yendo al mismo mundo, ayudandose de enigmaticos payasos, asistiendo a impresionantes espectaculos absurdos que forman parte de ese mundo y hasta se ven inmersos en una lucha sacada de una leyenda de la antigüedad, para al final llegar al obvio final que resulta brillantemente aderezado con una danza voladora de los dos grandes artistas.
Justo en ese momento entendemos hacia donde queria ir Andrew Adamson pero tampoco podemos quitarnos de la mente que en efecto, estamos asistiendo a un gran espectaculo donde no queda más que quitarse el sombrero pero otra cosa muy diferente es que me lo vendan como pelicula, y una falla garrafal que le veo al asunto es que el director opta por un camino equivocado, con acercamientos, alentamientos y cambios rapidos de cámara en lugar de dejar la cámara fija como si estuvieramos entre el publico del circo y disfrutar la función, esos movimientos afectan y disminuyen el trabajo de los artistas cirquenses, lastima que Adamson no lo comprendio asi y penso que más exageración es mejor, algo que supongo tiene mucho que ver con su productor James Cameron y su equivoco enfoque.
Calificación: Palomera