CRÓNICA DE UN ASESINO EN SERIE (SALINUI CHUEOK - SARINUI CHUEOK - MEMORIES OF MURDER, COREA DEL SUR, 2003)
En un precioso lugar con vista esplendida juegan unos pequeños, ahi llega el detective Doo-man Park (Kang-ho Song, excelente) para revisar el cuerpo de una joven hermosa que fue violada y asesinada, a partir de este momento comienza la crónica como indica el nombre en español de la investigación de un asesino en serie de mediados de los ochenta que parece no avanzar, de un asesino serial metódico, inteligente y con fetiches, con el cínico y juerguero detective Park y el metódico y dedicado detective Tae-yoon Seo (Sang-kyung Kim, esplendido) persiguiendo a un fantasma, a un hombre invisible que parece cambiar de rostro y con un destino que se burla de ellos. El director Joon-ho Bong entrega una temprana obra mayor en su segunda película, un thriller que deconstruye y se burla el genero al mismo tiempo que se levanta como uno se sus mejores exponentes, y como siempre con la mezcla de géneros, algo habitual en el cine oriental, y ya un sello personal del director que no duda en brincar de uno a otro en apenas segundos.
Como anote arriba la cinta inicia regalándonos postales preciosas de la Corea del Sur profunda, donde unos niños inocentes no alcanzan a darse cuenta de la gravedad del asunto y juegan con la ropa interior de la victima, mientras otro imita al detective Park que ve la escena anonadado, eso no sucede ahí, asesinar a alguien, atarlo y esconderlo, intenta llevar a cabo una investigación pero los peritos, los demas policías, todos son tan ineptos como él, contaminan pruebas, se caen en la misma ladera, mueven el cuerpo, llegan tarde y le dan preferencia a la prensa de una dictadura, o la misma sociedad que se muestra falta de empatia e incluso afectando la investigación, para muestra esa hilarante escena larguísima sin cortes donde Park y el sargento Hee-bong Koo (Hee-bong Byun, actor recurrente de Joon-ho) intentan hacer la investigación mientras pasa de todo con un humor negro descontrolado y el cuerpo de la victima a un lado, algo muy valiente considerando que esta basado en hechos reales.
Con la presión encima tratan de inculpar al retrasado del pueblo, Park fabrica pruebas mientras el detective Yong-koo Cho (Roi-ha Kim, bastante bien) les saca la confesión a punta de golpes, o mejor dicho con una bota tapada con tela quizá para no ensuciarla, por fortuna el hábil detective Tae-yoon no dejara que la injusticia continué y mientras los demas hacen toda clase de mañas es el unico que hace una investigación real, descubre el método del asesino, ataca en días de lluvia, las amarra y estrangula, la fijación que tiene por la ropa de color rojo, que seguro es el mismo y que falta por encontrar el cuerpo de una victima, con estos datos y ya que inculpar al otro no salio bien hacen un plan para atraparlo que resulta infructuoso, todo el pueblo da su propia opinión, hay rumores, casi leyendas del tipo, la escuela maneja extrañas historias de un tipo que vive en el baño, una solitaria mujer que se lamenta resulta ser un testigo vital.
Somos testigos de una impresionante persecución que resume lo que vemos en toda la cinta, tensión, emoción, critica social, humor, accion, suspenso, y esporádicos movimientos de artes marciales, lo que culmina con un segundo sospechoso y de nuevo la viciada forma de trabajar de los detectives, las torturas, las confesiones forzadas, los extraños vicios del sospechoso y finalmente la falta de pruebas, los detectives parecen acercarse con la ayuda del sargento Dong-chul Shin (Jae-ho Song, bien) que los mantiene a raya, la hábil secretaria que no es reconocida, la doctora novia de Park que le suelta datos claves de esos que dicen por ahi y en especial del trabajo en equipo que se ven obligados a hacer si es que no quieren que el monstruo siga deleitándose con sus victimas. Lo mas impresionante es que Joon-ho lo hace de forma maestra, el mismo firma el guion donde la evolución de los personajes protagonistas es notable.
Desde el corrupto Park que ahora se ha convertido en un mejor detective, el dedicado Tae-yoon que va perdiendo la paciencia al verse impotente, y los jefes y ayudantes que han cambiado su modo de ser y en que son vistos por los demas, todo esto con el típico humor negro y mala leche del director, para muestra el pago irónico de esa pierna castigadora de Cho, la critica al gobierno que por andar en cosas menos importantes no da el apoyo necesario, la falta de empatia de una sociedad que ve como aparecen los asesinatos, los miedos de las mujeres pero solo de ellas, lo complicado de una investigación donde no hay buenos y malos sino todo es gris, y por ello todos tienen móviles, y hasta algo que ver en los asesinatos, al final cuando el tercer sospechoso es tomado, el cínico Hyeon-gyu Park (Park Hae-il, magnifico), los detectives ya no tienen mas salidas, han agotado todo y el tipo parece ser el indicado aunque él mas que nadie sabe que no hay nada que lo culpe, lo cual nos lleva a un final doloroso, cruel, donde Tae-yoon solo tiene una posibilidad en esa majestuosa escena del túnel y esa estampa final de la cara incrédula-desesperada-impotente de Park cuando le describen al asesino, "alguien normal, un tipo como cualquiera", la mejor manera de cerrar una obra fascinante.
Calificación: Excelente
Somos testigos de una impresionante persecución que resume lo que vemos en toda la cinta, tensión, emoción, critica social, humor, accion, suspenso, y esporádicos movimientos de artes marciales, lo que culmina con un segundo sospechoso y de nuevo la viciada forma de trabajar de los detectives, las torturas, las confesiones forzadas, los extraños vicios del sospechoso y finalmente la falta de pruebas, los detectives parecen acercarse con la ayuda del sargento Dong-chul Shin (Jae-ho Song, bien) que los mantiene a raya, la hábil secretaria que no es reconocida, la doctora novia de Park que le suelta datos claves de esos que dicen por ahi y en especial del trabajo en equipo que se ven obligados a hacer si es que no quieren que el monstruo siga deleitándose con sus victimas. Lo mas impresionante es que Joon-ho lo hace de forma maestra, el mismo firma el guion donde la evolución de los personajes protagonistas es notable.
Desde el corrupto Park que ahora se ha convertido en un mejor detective, el dedicado Tae-yoon que va perdiendo la paciencia al verse impotente, y los jefes y ayudantes que han cambiado su modo de ser y en que son vistos por los demas, todo esto con el típico humor negro y mala leche del director, para muestra el pago irónico de esa pierna castigadora de Cho, la critica al gobierno que por andar en cosas menos importantes no da el apoyo necesario, la falta de empatia de una sociedad que ve como aparecen los asesinatos, los miedos de las mujeres pero solo de ellas, lo complicado de una investigación donde no hay buenos y malos sino todo es gris, y por ello todos tienen móviles, y hasta algo que ver en los asesinatos, al final cuando el tercer sospechoso es tomado, el cínico Hyeon-gyu Park (Park Hae-il, magnifico), los detectives ya no tienen mas salidas, han agotado todo y el tipo parece ser el indicado aunque él mas que nadie sabe que no hay nada que lo culpe, lo cual nos lleva a un final doloroso, cruel, donde Tae-yoon solo tiene una posibilidad en esa majestuosa escena del túnel y esa estampa final de la cara incrédula-desesperada-impotente de Park cuando le describen al asesino, "alguien normal, un tipo como cualquiera", la mejor manera de cerrar una obra fascinante.
Calificación: Excelente