En un momento de la cinta aparece en pantalla una vieja grabación de vhs con una película donde se nos dice que desde los inicios de la civilización, desde que vivíamos en cuevas, teníamos una fuerte relación con los perros, quienes nos avisaban y cuidaban de cosas que nosotros no podíamos percibir en la oscuridad, esa es la sinopsis perfecta de lo que vemos en pantalla, una idea que es llevada mucho más allá por la ejecución lograda, y que puede gustar más o menos dependiendo que tanto nos sintamos inmersos en lo que vemos en pantalla, por lo tanto, resulta claro que dependiendo que tanto empaticemos con los lomitos indica que tanto nos gustaran, si uno es un refunfuñón que no los soporta quizá la cinta les desespere a pesar de su corta duración (setenta y tres minutos), los que gusten de estos animales les gustara mucho, y los que tengan un perrito - como es mi caso - al que adoran con toda el alma, simplemente les llegara al corazón, sin poder hacer nada para evitarlo.
Pero aun con esta cuestión, y suponiendo que odies a estos animalitos, no se puede negar lo logrado por Leonberg, no solo por la paciencia que tuvo que tener para grabar esta cinta al ritmo del perrito protagonista - se habla de cuatro años -, sino por el talento para grabarla, lo más original de todo el asunto es que el protagonista es un perro, en especifico su propio perro, que se llama Indy tanto en la cinta como en la vida real, y que tiene un carisma tan impresionante que llena la pantalla en todo momento, al tiempo que es tan tierno que uno no puede evitar esbozar la sonrisa a pesar de lo que estamos viendo, para luego pegarnos un susto mientras nos comemos las uñas rogando porque no le pase nada, y como esta es su historia, tenemos que ver todo desde su perspectiva como protagonista, para esto el director no opta por la mirada subjetiva o la usada normalmente, que habrían sido más sencillas, sino que apuesta por poner la cámara al nivel de Indy siguiéndolo, para que veamos todo a su nivel dotando de mucho realismo al relato.
Debido a esto vemos solo las piernas, espaldas y dorsos de seres humanos, mientras las cámaras permanecen en las sombras o parcialmente visibles, sumado a una ambientación sombría que usa la iluminación de manera eficaz, dotando todo el asunto de un aura surrealista que va con el relato metafórico de la historia, y que regala postales tan hermosas como terroríficas, la edición es magnifica, y la fotografía buena, el sonido es impresionante y luce al casi no existir diálogos, y la potente banda sonora de cuerdas estridente esta en los momentos que se necesitan, en pocas palabras, técnicamente la cinta es impecable, sumado a increíbles sustos que pueden hacer que uno brinque, en especifico en un momento hay dos consecutivos pegándome ambos, además uno teme más por Indy al sentirlo más indefenso que un humano.
La historia va sobre Todd (Shane Jensen) que desde la primer escena vemos que esta muy enfermo, aunque su perro Indy (el mencionado y maravilloso Indy) no alcanza a comprender que le sucede, ya prácticamente desahuciado decide ir a morir solo con su perro a la granja familiar, donde murió su abuelo en horribles circunstancias y supuestamente abandonado por su perro Bandido (Max), y que se supone esta embrujada, Todd no cree esto, pero Indy desde el inicio siente, percibe y ve cosas, una sombra en un rincón, un gemido de perro en el sótano, un chiflido en las sombras, y un espectro deambulando, además de tener vividas pesadillas que lo mismo son horribles como avisos de Bandido de que algo habita en esa casa, ante esto el curioso Indy revisa, busca, olfatea, se queda mirando a la nada, ladra, llora, y lucha para salvar a su amado humano, mientras su sola mirada muestra temor, confusión, miedo, dolor, felicidad y coraje (¡denle un premio!) ante lo que esta viviendo, ante ese ente infernal/muerte/enfermedad que quiere llevarse a su compañero de vida, a esa persona que ama aunque lo trate mal, donde se mantiene fiel en todo momento, sea cuando lo dejan amarrado bajo la lluvia, cuando tiene que atravesar un cristal, o cuando se mete en el mismo infierno para tratar de salvar a su "papa", siempre con un amor incondicional que hace que uno al terminar de ver la película se dirija a abrazar a su perro, a jugar con él, y a dejarlo disfrutar de uno ahorita que todavía se puede.
Calificación: Bastante Bien




No hay comentarios:
Publicar un comentario