Esta cinta de los directores Cary Solomon y Chuck Konzelman es una evidente declaración de intenciones, desde los primeros momentos dejan claro cual es su postura sobre lo que veremos, de hecho desde la productora conservadora, pero ¿esto la hace una mala cinta? despues de todo todos aplaudimos cuando sale alguna cinta que sea abiertamente abortista, es decir ambos puntos de vista son validos y tienen derecho a ser escuchados, por ello me llama la atención que la cinta haya tenido tanto rechazo de los medios, no solo de la critica "profesional" que la vapuleo unánimemente, de todas formas son los mismos que cada nueva cinta de marvel dicen que ha surgido una nueva obra maestra... pero lo realmente interesante es que los medios ni siquiera quisieron pasar publicidad menos hablemos de pasarla en muchos cines, lo cual es sospechoso y se presta a teorías conspiranoides que de por si ya carga la cinta.
Como apunte desde el inicio vemos a la pedante Abby (Ashley Bratcher, bastante bien), una joven directora que se ha cargado miles de niños ya que su trabajo es convencer a las mujeres de hacerse el aborto en las clínicas ya que es su derecho y los fetos todavía no sienten, su esposo y familia esta en contra de esto pero ella tiene su postura inamovible desde que estudiaba, pero un día es llamada al cuarto de operaciones y es testigo en el ultrasonido de como el feto lucha por su vida mientras es succionado, en ese momento Abby se derrumba y entiende todas las cosas raras que veía, se nos cuenta su pasado, como paso de ser consejera a la directora mas joven y productiva de Planned Parenthood con todo y reconocimiento nacional, lo que de todas maneras no la exenta de ser castigada e insultada por su altiva jefa (Robia Scott) cuando Abby cuestiona el porque les piden mas abortos en lugar de pedirles disminuir la tasa de incidencia con los métodos anticonceptivos.
Calificación: Interesante


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