26/6/15

Cinecritica: Lobos Grandes y Malos

LOBOS GRANDES Y MALOS (BIG BAD WOLVES, ISRAEL, 2014)
El dolido padre Gidi (Tzadi Grad, bastante bien) que busca revancha le suelta al obsesivo detective Micki (Lior Ashkenazi, bien) que interrogara al sospechoso Dror (Rotem Keinan, bien), un profesor que al parecer no mataría a una mosca, hasta que le diga donde dejo la cabeza de su hija, y que si en el proceso el tipo muere no derramara ni una lagrima, estas lineas muestran perfectamente el estilo de la película, en un sótano, un grupo de hombres intercambian lineas con mucha violencia, mucho humor negro y mucha mala leche, por ahi suena el teléfono cuando esta a punto de quebrar unos dedos y es la madre regañando al tipo, de pronto se hornea un pastel emulando al depredador que buscan, o se cuenta con total vehemencia el cuento de hadas que escribió la policía sobre un lobo malo y grande del titulo, bueno, mas bien un lobo enano pero igual de malo como escupe Gidi con total odio y repugnancia, el tipo convence a las niñas de acompañarlo, las llena de dulces, se aprovecha de ellas y finalmente les corta la cabeza mientras monta escenas con el cuerpo.

Para eso están ahi para desenmascarar al lobo con piel de oveja y para ello darán cuenta de todos lo métodos que puedan, si bien al inicio de la cinta la fotografía es hermosa conforme avanza la trama se va haciendo grisácea, en lugar del lugar abierto, estamos oprimidos cada vez mas por el claustrofobico sótano, y lo que si se mantiene es la banda sonora cual se nos estuviera contando un cuento de hadas de los de verdad, los que sirven para educar a los niños y asustar a los adultos con sus verdades y demonios, al inicio dos pequeñas y un niño están jugando inocentemente a las escondidas, pero una de ellas desaparece inexplicablemente, la policia agarra a un sospechoso y lo interroga de forma poco ortodoxa, un chico sin nada que hacer los graba, sube el vídeo a Internet, y el vídeo se hace viral, el detective es despedido pero se le encarga extraoficialmente que ahora puede hacer lo que desee, como atrapar al pedofilo asesino por ejemplo, Micki empieza a vigilar a Dror que al mismo tiempo pierde su empleo ante los ataques de los alumnos y la presión de los padres de familia, ademas de que el tipo sufre para ver a su hija por causa de su ex.

Micki lo secuestra y lo lleva al bosque donde usa un tipico metodo pero Dror no confiesa, Gidi se desespera y se hace cargo del asunto, noquea a los dos y los lleva a su cabaña que esta en la nada rodeada de arabes, y como los israelitas son xenofobicos no se acercan ahi porque los arabes son delincuentes ignorantes, ahi convence a Micki de que lo ayude y comienza la tortura de Dror donde lo dicho, mucha mala leche y humor negro, al mismo tiempo que violencia (que tampoco es tanta), unas arrancadas, dedos quebrados, cortes, martillazos, todo lo tipico y alguna imaginativa, pero Dror no confiesa, alega que no tiene nada que confesar y que no tiene caso porque los torturados confiesan siempre aunque no sean culpables, empieza a ganarse a Micki, y asi continuados con muchos sobredialogos rebuscados que tambien nos hacen formar parte de lal dilema moral que siempre es bienvenido, ¿es valido y sirve torturar a alguien para que confiese? ¿ si es culpable no merece lo que le sucede? ¿y si no? ademas de esto tenemos la llegada del padre de Gidi, Yoram (el comediante Doval'e Glickman) quien le pone mas sazón al asunto para que lleguemos al desenlace de cuento de hadas que nos prometieron los directores Aharon Keshales y Navot Papushado. En cuanto al parecido con el cine de Tarantino hay algo pero no mucho, de hecho cuando se parece mas a ese cine es cuando la cinta baja mas su nivel, pero el jugar con nuestro temor y odio a los pedofilos es algo bien logrado aquí, y claro que ayuda que Tarantino le de publicidad, de otra forma hubiera pasado de noche como muchas de estas propuestas no made in Hollywood.

Calificación: Bastante Bien

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