12/1/14

Cinecritica: La Ola

LA OLA (DIE WELLE, ALEMANIA, 2008)
El maestro Rainer Wenger (Jurgen Vogel, muy bien) no es precisamente el típico académico, se viste como joven y escucha música de rock, vive en un bote y le encanta todo lo políticamente incorrecto, por ello se prepara y estudia para dar "anarquía" en las clases especiales que darán en la escuela, por desgracia le ganan y se tiene que conformar con las autocracias, pero con tal de demostrar que le debería de haber dado su amada anarquía decide hacer de ese el mejor curso de la escuela para lo que decide poner en plan un movimiento que ejemplifique de mejor manera el curso, Wenger es un maestro excelente a pesar de la forma en que vive y se ve, por ello se gana rápidamente el respeto de los alumnos y el experimento empieza a tomar forma.
 
Se decide llamar al experimento la ola y hasta se hace un logotipo, visten uniformes, se rompen los muros que separan a todos y trabajan en equipo, como una familia, ya no hay diferencias entre los nerds, los bullies, los hombres, las mujeres, los deportistas, los nerds, los artistas, los extranjeros, los populares, los parias y hasta los repudiados sociales, Wenger confirma su punto, convence a los alumnos de trabajar en equipo, como una familia, y se afianza como líder, todo esto parece muy bien de no ser porque en realidad la cosa apesta a dictadura, después de todo eso son las autocracias y el maestro parece un Hitler actual, sus seguidores lo respetan y hasta idolatran, le creen a pie juntillas y harian lo que fuera por él, y por la ola, que ahora con logotipo ya tiene una cara y parece crecer por si sola, cada vez tiene más miembros y no solo los de la clase que cada vez son más, de todas las edades y lugares llegan más seguidores de la ola quienes deciden hacer sus propias reglas e imponer sus creencias, quienes no los sigan están mal y se deben tomar medidas.
 
Wenger no quiere dejar esto porque le produce placer tener tanto poder pero cuando se de cuenta de su error no le será posible detenerlo, la ola ya es demasiado grande, más que su persona. Impresionante adaptación/recreación del experimento que realizo Ron Jones en el otoño de 1967 en California, el director Dennis Gansel lo traslada a la actualidad y a Alemania, y quizá por ello la cinta se siente tan autentica, tan peligrosa, tan real, por el hecho de que ya sucedió esto ahí y porque los alemanes siguen enfrentando a sus fantasmas con una madurez e inteligencia que pocos países poseen, los personajes rebasan los simples cliches, los actores están muy bien, la banda sonora, la dirección, la fotografía, todo embona perfectamente y aunque quizá el final sea demasiado manipulador, pero se le perdona por ese sentimiento que nos produce, hasta uno siente que esa dictadura, ese sistema de compañerismo y grupo es lo que debemos tener a pesar de saber que ahí se esconde un gran peligro.

Calificación: Bastante Bien

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