9/12/08

Opinion

Esto esta tomado de la columna la buhedera de Guillermo Farber, me gusto así que lo tomo prestado, esperando que no sea un problema.
Automotrices
Las tres grandes siguen mendigando en Washington. Como ya no les queda un centavo propio, ahora exigen dinero publico, es decir, del erario; es decir, de los contribuyentes. Si no nos dan esa limosnita, por caridad, amenazan, nos veremos forzados a ir a las nalg... digo, a buscar una alianza estrategica con los suecos o los alemanes o, vergüenza, los chinos.
Así que lo mas probable es que les den la chichi que piden. ¿Pero que es lo que realmente merecen? Merecen quebrar. Son empresas con un siglo entero de experiencia, tiempo mas que suficiente para aprender su negocio, ¿no?. Durante todo ese tiempo han estado en el centro del mejor mercado automotor del planeta, EU.
Si no pudiste consolidarte en el negocio automotor en EU, estas perdido: nadie compraba mas autos que los gringos. Y esas empresas tuvieron todas las ventajas iniciales: tenían capital, tenían redes de ventas y de servicio en cada rincón del país, conocían a sus clientes mejor que ningún competidor extranjero, no tenían que enviar sus productos desde el otro lado del mundo para venderlos.
Por 50 años todo fue coser y cantar para esas empresas. Pero está visto que lo mas difícil de superar es... el éxito. Esta visto que Detroit nunca pudo hacer esto. Derrocharon su dinero, equivocaron sus estrategias, no le atinaron al blanco mercadotecnico, se cargaron de costos imposibles, pensiones, por ejemplo, y terminaron siendo lo que hoy son: dinosaurios incapaces de competir en el mercado.
Y todavía, suplicando limosnas, sus ejecutivos se siguen comportando con su soberbia tradicional: por ejemplo, viajando a Washington en sus jets privados, pintándole un reverendo violín a la opinión publica ¡a cuyo bolsillo exigen rescatarlos!

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